Esta vez todo sucede en la casita de Alu. Está sobre las escaleras que dan al segundo piso. Mira por todo el comedor, intentando discernir si las extrañas sombras que recorren la casa no estaban por aquella zona. A su lado, se encuentra su tia eme. Una mujer bajita de cabellos caoba pero con una determinación y energía envidiable.
- Podemos pasar - dice complemente decidida, sin duda alguna de sus posibilidades.
- Espera
Justo en ese momento, por la parte del comedor que da a la cocina, aparece una figura negra que se traslada por la oscuridad de la habitación como si pudiera surgir de cualquier punto sin esfuerzo alguno. Aquella figura, tiene forma humanoide y en su forma oscura tiene como grabado por todo su cuerpo una extraña caligrafía de color azul que brilla en alguna ocasión.
Rápidamente, Eme y Alu suben por las escaleras ya que en esa zona hay luz y aquellas figuras negras no pueden acercarse a ella. Tras esperar unos segundos, deciden volver a intentarlo ya que por alguna razón que no recuerdan, deben llegar al salón que se encuentra atravesando el gran comedor.
Eme, tan enérgica como siempre es la primera en dirigirse al punto acordado. Alu, enseguida, la sigue y mientras va corriendo siente una presencia a su espalda. Cuando voltea la cabeza ve que tras ella le persigue una forma humanoide. La joven, acelera el paso pero aún así tiene la sensación que no llega a moverse del sitio. Entonces, debido a los nervios, Alu se cae de bruces al suelo. Velozmente, se levanta e intenta continuar su marcha, pero ya era demasiado tarde. La figura oscura estaba frente a ella.
El humanoide le mira el rostro durante unos segundos con su rostro inexpresivo. Con un movimiento extraño, como si sus músculos estuvieran forzados baja su cabeza para insertarla dentro del estómago de Alu. En ese momento, la joven siente una sensación extraña en el estómago. No es dolor, si no más bien como la sensación que tienes al bajar una cuesta estando subido a una montaña rusa. La joven cierra los ojos y cuando los abre se encuentra en un sitio muy oscuro, frente a ella hay un joven que no había visto anteriormente. El cuerpo de aquel chico es blanquecino y casi transparente. Alu extrañada se mira las manos las cuales son iguales que las de aquel chico.
- ¿Pero qué pasa aquí?
- Bienvenida al mundo de los malditos
Una tercera persona apareció por un lateral, tenía un aspecto descuidado y un rostro un poco apático sin afeitar. Alu le mira extrañada, aunque por algún lado entendía lo que había ocurrido tal y como si hubiera sido una revelación. Ella se había convertido en una de esas sombras humanoides que estaban recorriendo la oscuridad.
- No te preocupes, aquí no tendrás de qué temer - dijo el primer joven con una sonrisa encantadora
- Pero... ¿Porqué es el mundo de los malditos? - preguntó curiosa
Los dos hombres se miran entre ellos y luego dedican su atención a Alu, estuvieron a punto de contarle la historia de los malditos pero justo en ese momento - tan oportuno como siempre - sonó el despertador del mundo real.
- Podemos pasar - dice complemente decidida, sin duda alguna de sus posibilidades.
- Espera
Justo en ese momento, por la parte del comedor que da a la cocina, aparece una figura negra que se traslada por la oscuridad de la habitación como si pudiera surgir de cualquier punto sin esfuerzo alguno. Aquella figura, tiene forma humanoide y en su forma oscura tiene como grabado por todo su cuerpo una extraña caligrafía de color azul que brilla en alguna ocasión.
Rápidamente, Eme y Alu suben por las escaleras ya que en esa zona hay luz y aquellas figuras negras no pueden acercarse a ella. Tras esperar unos segundos, deciden volver a intentarlo ya que por alguna razón que no recuerdan, deben llegar al salón que se encuentra atravesando el gran comedor.
Eme, tan enérgica como siempre es la primera en dirigirse al punto acordado. Alu, enseguida, la sigue y mientras va corriendo siente una presencia a su espalda. Cuando voltea la cabeza ve que tras ella le persigue una forma humanoide. La joven, acelera el paso pero aún así tiene la sensación que no llega a moverse del sitio. Entonces, debido a los nervios, Alu se cae de bruces al suelo. Velozmente, se levanta e intenta continuar su marcha, pero ya era demasiado tarde. La figura oscura estaba frente a ella.
El humanoide le mira el rostro durante unos segundos con su rostro inexpresivo. Con un movimiento extraño, como si sus músculos estuvieran forzados baja su cabeza para insertarla dentro del estómago de Alu. En ese momento, la joven siente una sensación extraña en el estómago. No es dolor, si no más bien como la sensación que tienes al bajar una cuesta estando subido a una montaña rusa. La joven cierra los ojos y cuando los abre se encuentra en un sitio muy oscuro, frente a ella hay un joven que no había visto anteriormente. El cuerpo de aquel chico es blanquecino y casi transparente. Alu extrañada se mira las manos las cuales son iguales que las de aquel chico.
- ¿Pero qué pasa aquí?
- Bienvenida al mundo de los malditos
Una tercera persona apareció por un lateral, tenía un aspecto descuidado y un rostro un poco apático sin afeitar. Alu le mira extrañada, aunque por algún lado entendía lo que había ocurrido tal y como si hubiera sido una revelación. Ella se había convertido en una de esas sombras humanoides que estaban recorriendo la oscuridad.
- No te preocupes, aquí no tendrás de qué temer - dijo el primer joven con una sonrisa encantadora
- Pero... ¿Porqué es el mundo de los malditos? - preguntó curiosa
Los dos hombres se miran entre ellos y luego dedican su atención a Alu, estuvieron a punto de contarle la historia de los malditos pero justo en ese momento - tan oportuno como siempre - sonó el despertador del mundo real.
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