jueves, 26 de agosto de 2010

Prisionera

Hay un largo trayecto hacia la salida. Entre su posición y la gran portal de madera lacada se extiende un largo pasillo de mármol negro con surcos irregulares caracterizadas por un color dorado. Alu se siente pequeña en aquel lugar. Las paredes verdinegras alzan varios metros por encima de su cabeza un techo similar al suelo que pisa. Seguramente, habría confundido el suelo o con el techo si no fuera por la cabecera del portal de madera.

Sobre el portal, hay una serie de grandes huecos esféricos de los cuales, algunos contienen unas esferas amarillas. Bajo estos huecos, una flecha de grandes dimensiones caracterizado por tener un estilo colonial permanece enganchada justo en el centro del portal. Curiosamente, la flecha se va moviendo y se detiene señalando uno de los huecos vacíos. Entonces una esfera ambarina queda atrapada en el orificio.

Alu se percata de que tan sólo queda un hueco libre sobre el portal y que la flecha se acerca rauda hacia él. Se detiene. Y una esfera ocupa el último orificio. Todas las esferas brillan al unisono iluminando ligeramente el portal, y entonces las puertas se abren de par en par.

La joven corre hacia el portal. Está lejos, pero tiene la esperanza de llegar hasta allí y conseguir atravesar el umbral antes de que vuelva a cerrarse. Pero entonces siente una presencia. Mira a un lateral y ve un poco atrás de ella como una figura humanoide de un color aceitunado emerge de las paredes. Aquella figura carecía de rostro, sin embargo se percibía ciertos rasgos humanos en él. La posición encorvada de su espalda, sus brazos colgaban pesadamente frente a él. dándole un aire siniestro. A pesar de su postura, Alu sabía que aquella cosa seguramente rozaría los dos metros y medio de alto.

Ya le quedaba poco para alcanzar el portal y aceleró el paso. Pero poco le sirvió. Aquella criatura la había alcanzado. La atrapó entre sus brazos y la arrastro hasta atrás.
Las puertas se cerraron. Y aquel ser desapareció de nuevo adentrándose de nuevo en la pared.
Alu esperó de nuevo a que la flecha completara el puzzle de esferas y cuando lo hizo, volvió a iniciar la carrera. Pero al igual que había ocurrido antes, el monstruo volvió a aparecer e hizo retroceder de nuevo a la joven. Fue entonces, esperando por tercera vez que el puzzle se completara, cuando vio a una anciana a pocos metros de la puerta.
- ¿Intentas llegar hasta la puerta? No lo conseguirás de ese modo

Sin saber cómo, Alu apareció junto a la anciana. Aquella señora era muy menuda, apenas alcanzaría el metro cincuenta de altura. Su cabello grisáceo estaba recogido en un moño alto y sus ojos permanecían agazapados entre las arrugas de su rostro.
- Si corres no conseguirás cruzar el portal.... Él detecta las vibraciones del sueño - señaló mirando los surcos dorados del suelo.

Justo tras aquellas palabras, las flecha completó el puzzle y las puertas se abrieron. Alu, con sumo cuidado, caminó hacia la puerta y en esta ocasión, aquel ser pantanoso no apareció tras las paredes. Tras cruzar el umbral, Alu apareció frente un acceso que le resultaba familiar. Al mirar a su alrededor comprendió que se encontraba en su ciudad natal, justo en una calle que solía frecuentar para acudir a sus clases. Miró hacia atrás y no había rastro de aquel pasillo marmolado ni de aquel guardián verdoso.

--------------------------------------------------------------------------------------------------

SOÑAR CON UNA PUERTA

Soñarse pasando por una puerta, no importa de qué forma ni tamaño, sugiere que pronto recibirá noticias, tal vez desagradables, relativas a los asuntos que esté manejando.
Los intérpretes caldeos dijeron que las puertas abiertas señalan progreso y bienestar
Si estamos dentro de una habitación o lugar y la puerta está abierta, simboliza el cambio de rumbo de nuestra vida y la toma de nuevas decisiones.
Si la puerta es grande, muestra vacío existencial de la persona que la atravesaba.


SOÑAR CON UN MONSTRUO
Soñarse perseguido por un monstruo de cualquier tipo es anuncio de futuras frustraciones y decepciones.
Soñarse desapareciendo de alguna manera a un monstruo insinúa que los problemas que tiene y los que se le presenten no son tan graves y los superará sin dificultad.

SOÑAR CON UN ANCIANO/A
Soñar con un anciano, significa que tiene gran simplicidad, honestidad y discreción.

Soñar que ve a un viejo a una persona anciana, representa sabiduría y poder espiritual. Preste atención al mensaje, que pueda transmitirle dicho anciano, ya que suelen transmitirle cosas importantes para Vd. Cosas que debe saber, se le transmiten durante el sueño. Ellos le están ayudando a encontrar el camino correcto en la vida, le aportan los mensajes importantes, para dar solución a sus problemas de una forma muy sabia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué opinas?

javascript:void(0)