martes, 24 de noviembre de 2009

Tarántula roja

Iba caminando por la calle perpendicular a su hogar. Por el camino, una molesta tarántula se movía su alrededor agitada, llamando totalmente su atención. A pesar de ser tan inferior a Alu, ésta evita por todos los medios pisarla. Aquel arácnido negro y rojo le recordaba algo y quizás por ello eludía constantemente la posibilidad de dañar la. Aún a pesar de los esfuerzos de la joven por no herirla, aquel ser seguía corriendo entre sus pasos interfiriendo en su paseo.

Un tanto molesta, al final decidió cogerla. Se agachó y con las manos tanteó la zona para poder atraparla. Entonces ágilmente, la alza cual pluma caída pero cuando alcanza cierta altura la tarántula se transforma en un perro labrador negro que Alu rápidamente reconoce. Es su mascota, una mestiza de labrador muy cariñosa y tranquila. La acaricia como puede, pero sus brazos se cansan con facilidad. La deja cuidadosamente en el suelo, pero nada más tocarlo vuelve a su forma original; la tarántula negra y de pelaje rojizo.

La joven retoma el camino, pero aquella criatura vuelve de nuevo a las andadas. Corre alrededor de sus pies, interfiriendo en cada paso que la joven decide tomar. Poco a poco su paciencia se va agotando y cada vez siente menos compasión por aquella molesta criatura.

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