martes, 24 de noviembre de 2009

Otro punto de vista

Alu mira a su alrededor, y se siente diminuta entre toda aquella maquinaria. El estruendo de los metales le perturba e incómoda. Entonces, aparece junto a ella un ser de su mismo tamaño; una rata de laboratorio caracterizada por un pelaje grisáceo. Ésta le hacía señales indicándole que le siguiera por un recorrido dinámico parecido a unas escaleras mecánicas. Alu se siente confusa ante toda aquella situación, pero la verdad se revela ante ella cuando se mira a sí misma reflejada en un espejo que se encuentra a su derecha. Ella también es una rata de laboratorio.

Ahora entendía por qué se sentía tan confusa y perdida. Aún así, tenía claro que no podía quedarse en aquel lugar, a pesar de su condición debía seguir adelante y buscar una salida en aquel extraño laberinto metálico. Su compañero que parece aún más decidido que ella, recorre con agilidad el primer tramo de placas dinámicas. Tras unos segundos de indecisión, Alu se lanza en la dirección en que lo ha hecho su amigo y sin problemas consigue atravesar el primer tramo. Con orgullo, decide seguir su camino. Nada podía interponerse entre ella y su libertad.

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