lunes, 24 de agosto de 2009

Hasta en mis sueños tiene que dar por saco

Alu se encontraba frente a la puerta del garaje de su urbanización junto a sus amigos: Nitsuga, Labret, Madamme y Frisix. La joven era reacia a adentrarse en aquel lugar ya que ver la oscuridad que caracterizaba a aquel garaje no le daba confianza, además sentía que algo allí le estaba esperando y que no le iba a resultar nada agradable.

- Vamos, no seas cobarde – recriminó Labret

Sin que Alu pudiera darle contestación alguna, se adentró al garaje desapareciendo en la oscuridad. Los otros dos acompañantes, sin hacer ningún comentario u observación la siguieron. La joven, temerosa de quedarse sola, prefirió acompañarlos al corazón de aquella oscuridad. Al entrar, observó que toda la sala que se extendía mucho más lejos de lo que le permitía ver la desconocida luz azul que iluminaba la estancia. Pero no era sólo una sala, era un nido de tarántulas que habían conquistado todo el garaje. Sus gigantescas telarañas se extendían de un pilar a otro mientras que otras habían usado las esquinas para hacerse su propia fortaleza. Las tarántulas recorrían sus caminos de seda ignorando por completo a los visitantes, como si realmente no hubiera nadie más aparte de ellas. Aquellas criaturas eran de distintos tamaños pero la más pequeña de ellas medía aproximadamente un antebrazo humano.

La joven Alu le tenía (y tiene) pavor a aquellos bichos, el simple hecho de simplemente ver una diminuta araña junto a ella ya le hacía correr despavorida en cualquier dirección mientras se alejara de la aquel bicho de 8 patas. Por suerte, para ella parecía que la ignoraban o habían decidido ignorarla ya que tras mirarla a un par de veces no habían hecho ni siquiera un además de acercarse a ella. Lo único que deseaba era salir de aquel lugar cuanto antes y sin llamar la atención.

- ¡¡Mira Alu!! – gritó Nitsuga

Cuando la joven se volteó, su amigo sujetaba una de aquellas gigantescas tarántulas a apenas 20 centímetros de su rostro. La araña, inquieta y molesta por estar atrapada, movía sus patas peludas con el deseo de librarse de sus ataduras mientras movía lo que parecía ser su boca como si estuviera llamando a las demás para que la socorrieran. Alu, tras dar un grito ahogado para no llamar la atención de las compañeras de aquel bicho miró a Nitsuga con enfado.
“Hasta en mis sueños tienes que dar por saco”- pensó

Curiosidad
A pesar del aspecto de las arañas, en el diccionario de los sueños explican que las arañas que soñar con arañas implica:

"Si sueña que tiene un montón de arañas colgando de su tela a su alrededor, es un augurio buenísimo y favorable para Vd.. Le anuncia la llegada de abundancia, riqueza, posición social y amigos a su alrededor.
Soñar que tiene frente a Vd. una araña enorme, significa que conseguirá enriquecerse rápidamente, a menos que se relacione con gente de dudosa reputación."

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