sábado, 8 de mayo de 2010

Juego de campo

Alu se había ido con sus compañeros de clase a una excursión de campo para celebrar el fin de curso. El paisaje, resultaba hermoso a los ojos de la joven Alu. Dos montañas rodeaban una pequeña cala de arena blanca reinada por esbeltas palmeras y acariciadas por un mar azulado. El grupo de amigos, siguen un camino hasta llegar a una de las montañas. Allí encuentran una zona verde en la cual dejan sus cosas y comienzan a gastar bromas entre ellos.

Al poco tiempo de estar en aquel lugar, la policía hace su aparición buscando al dueño de aquellas tierras. Alu, curiosa, sigue los pasos de los policías hasta llegar a unas escaleras de hierro forjado que bajaban hasta la parte más profunda de la cala.

- ¿Qué ocurre? - pregunta al joven que estaba observando como bajaba las escaleras

- Parece ser que las cloacas de la ciudad están taponadas y creen que es porque las cañerías que dan a éste lugar están atascadas por algo.

Alu se asoma por el borde y se percata que el azul del mar había cambiado a un color marrón claro poco agradable. Aquel lugar había pasado de ser una cala paradisíaca a un vulgar pantano mal cuidado. De repente, un extraño rugido rompe el ambiente divertido de aquel lugar. El agua del pantano comienza a agitarse y entonces surge de entre las aguas una extraña criatura muy grande. Saltaba cual delfín, mostrándose un poco ante la multitud sorprendida, pero a diferencia de aquel hermoso animal, su piel era oscura y áspera a la vista. Atónita, Alu sigue con la mirada aquella criatura que se dirigía hacia la cala de arena y para su sorpresa, en el momento que aquel ser vuelve a salir del agua, aterriza en la arena con gigantescas patas.

Aquella criatura parecía haber pertenecido a la época de los dinosaurios. Su parecido era a la de una iguana, pero sus rasgos eran más agresivos y oscuros. La criatura mira a la montaña y lanza un grito agudo estremecedor. Se se dirige con fiereza hacia la montaña. La multitud grita histérica sin saber muy bien qué hacer. Alu, al intentar huir cae pero tiene una rápida reacción y se esconde tras un árbol. El dinosaurio no se percata de su presencia y persigue algunos estudiantes. La joven, aprovecha la situación para correr en dirección contraria pero cuando se da cuenta, hay otro monstruo a pocos metros de ella. Por puro instinto, Alu da una voltereta entre las piernas de aquel dinosaurio, se reincorpora y sigue corriendo hacia la cala. Otro monstruo corría desde la cala hacia su posición. Rápidamente, decide girar hacia la derecha y tirarse al agua, pero cuando lo hace, se percata de que había otro monstruo, un poco más pequeño que los anteriores, escondido al nivel del agua.

Alu, sigue corriendo a pesar de la falta de aire. Sale del agua y vuelve corriendo a la ladera de la montaña dónde en un principio se encontraba. Uno de los monstruos está muy cerca de ella, debido a sus grandes dimensiones, un paso de aquella criatura equivalían a 5 de Alu. Finalmente, el cansancio le puede y cae rendida al suelo, para su suerte, la iguana gigante había ejecutado un salto precipitado y salta por encima de ella hasta caer unos metros más adelante dónde había un chico. Las patas del monstruo agarran con firmeza la cabeza del joven y con un gran lenguetazo se come los pelos de la cabeza del chico, dejándole totalmente pelado.

Al observar aquello, todos los chicos vuelven a recobrar la alegría. Aquellos monstruos sólo quieren comerse el pelo de las personas. Lo que había sido una histeria colectiva, se convierte en un ruedo con criaturas propias del cretáceo. Alu y otras chicas suben un nivel más alto de la colina para evitar que aquellas criaturas se coman sus largos cabellos.

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