martes, 16 de diciembre de 2008

Adiestramiento de conejos

Aquel día Alu se encontraba en un parque con Frisix. El tiempo era agradable, propio de un día fresco de verano. No habían apenas gente en aquel lugar y algún coche aparecía espontáneamente por la carretera. Por todo el lugar habían varios conejos que se movían a su antojo, aunque eso no era lo más curioso, si no que estos conejos eran un poco más grandes de lo normal, aproximadamente de 50 cm de largo.

- ¿Has visto que monos son?
- Siiii, se parecen a tí

Entonces uno de los conejos se coloca ante nosotros y se alza sobre sus patas traseras. Era blanco, con manchas negras por el cuerpo y una justo en su ojo como si le hubieran dado un puñetazo. El conejito mira a Alu como si la conociera de toda la vida y comienza a hablarle.

- Ahora vuelvo, voy a ver si consigo traer a los otros conejos de la otra parte de la carretera para que pueda adiestrarlos

Antes de que Alu pudiera decir nada, el conejo ya había cruzado la carretera ágilmente. Entonces, cuando se dispone a volver, Alu se percata de que un coche va a atropellar al conejo de la mancha en el ojo. Rápidamente, casi como si fuera por instinto, Alu se lanza en dirección al conejo, salta y se arrastra por el suelo hasta detener el recorrido del conejo y salvarlo de un posible atropello. A pesar de la aspereza de la carretera Alu no siente dolor, aunque por todo lo contrario puede sentir la suavidad de la piel del conejo.

- Vaya a faltado poco
- Mira antes de cruzar la carretera, idiota

sábado, 13 de diciembre de 2008

Sweeney Todd y la guía del autoestopista galáctico

Alu estaba paseando por un centro comercial cuando de repente ve un títere qeu le llama la atención. Era el títere del capitán Sparrow que ya había visto anteriormente en su viaje a Praga. Al fijarse en el precio no pudo evitar pensar que era un timo debido a lo exagerado de su precio. La joven alza la mirada y mira a través del escaparate. Para su sorpresa, en su interior se encuentran Jhonny Deep y Helena Boham Carter sentados tras una mesa y caracterizados por los personajes de Sweeeney Todd.

Alu, sin dudarlo entra para saludar. Jhonny Deep mantiene a la perfección a su personaje sin mostrar gesto alguno ni de alegría ni de pena si no de ser sin alma. Por otro lado, Helena se acerca a ella entusiasmada por la aparición de un cliente. Coge de la mano a Alu y se la lleva al interior de la tienda para enseñarle las mercancías. Antes de que pudiera darse cuenta, la joven se está peleando con Helena Bohan Carter por una tienda de campaña.

En apenas un instante, Alu se encuentra en otro sitio. Ahora estaba en su casa. Había muchísima gente moviéndose de un lado para otro de su hogar. Gente joven, gente mayor, todos conocidos pero con los que apenas llega a mantener alguna conversación debido al ajetreo. En ese momento recuerda que tiene algo que recoger y va corriendo hacia su habitación. Una vez que llega, recoge el libro de La guía del autoestopista galáctico cuando va a salir de la habitación, aparece ante ella el padre de su ex-novio y comentan sus impresiones sobre el libro. Alu lo único que desea es despertarse, ese sueño se estaba volviendo incómodo.

jueves, 11 de diciembre de 2008

El mundo de los malditos

Esta vez todo sucede en la casita de Alu. Está sobre las escaleras que dan al segundo piso. Mira por todo el comedor, intentando discernir si las extrañas sombras que recorren la casa no estaban por aquella zona. A su lado, se encuentra su tia eme. Una mujer bajita de cabellos caoba pero con una determinación y energía envidiable.

- Podemos pasar - dice complemente decidida, sin duda alguna de sus posibilidades.
- Espera

Justo en ese momento, por la parte del comedor que da a la cocina, aparece una figura negra que se traslada por la oscuridad de la habitación como si pudiera surgir de cualquier punto sin esfuerzo alguno. Aquella figura, tiene forma humanoide y en su forma oscura tiene como grabado por todo su cuerpo una extraña caligrafía de color azul que brilla en alguna ocasión.

Rápidamente, Eme y Alu suben por las escaleras ya que en esa zona hay luz y aquellas figuras negras no pueden acercarse a ella. Tras esperar unos segundos, deciden volver a intentarlo ya que por alguna razón que no recuerdan, deben llegar al salón que se encuentra atravesando el gran comedor.

Eme, tan enérgica como siempre es la primera en dirigirse al punto acordado. Alu, enseguida, la sigue y mientras va corriendo siente una presencia a su espalda. Cuando voltea la cabeza ve que tras ella le persigue una forma humanoide. La joven, acelera el paso pero aún así tiene la sensación que no llega a moverse del sitio. Entonces, debido a los nervios, Alu se cae de bruces al suelo. Velozmente, se levanta e intenta continuar su marcha, pero ya era demasiado tarde. La figura oscura estaba frente a ella.

El humanoide le mira el rostro durante unos segundos con su rostro inexpresivo. Con un movimiento extraño, como si sus músculos estuvieran forzados baja su cabeza para insertarla dentro del estómago de Alu. En ese momento, la joven siente una sensación extraña en el estómago. No es dolor, si no más bien como la sensación que tienes al bajar una cuesta estando subido a una montaña rusa. La joven cierra los ojos y cuando los abre se encuentra en un sitio muy oscuro, frente a ella hay un joven que no había visto anteriormente. El cuerpo de aquel chico es blanquecino y casi transparente. Alu extrañada se mira las manos las cuales son iguales que las de aquel chico.

- ¿Pero qué pasa aquí?
- Bienvenida al mundo de los malditos

Una tercera persona apareció por un lateral, tenía un aspecto descuidado y un rostro un poco apático sin afeitar. Alu le mira extrañada, aunque por algún lado entendía lo que había ocurrido tal y como si hubiera sido una revelación. Ella se había convertido en una de esas sombras humanoides que estaban recorriendo la oscuridad.

- No te preocupes, aquí no tendrás de qué temer - dijo el primer joven con una sonrisa encantadora
- Pero... ¿Porqué es el mundo de los malditos? - preguntó curiosa

Los dos hombres se miran entre ellos y luego dedican su atención a Alu, estuvieron a punto de contarle la historia de los malditos pero justo en ese momento - tan oportuno como siempre - sonó el despertador del mundo real.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

As de oros

Un gran avión aparece entre las nubes alzándose con fuerza hacia el cielo. Era totalmente blanco a excepción de una gruesa linea azul estampada. Mientras aquel aparato vuela majestuosamente, algo pequeño y plateado se mueve a su alrededor. La imagen se amplía mostrando con detalle que era aquella figura metalizada. Era una cámara de video que grababa los detalles del vuelo de aquel aeroplano.

Alu se encontraba de pie en lo que parecía el vagón-cafetería de un tren ordinario. Observaba el televisor ensimismada por el nuevo invento que habían creado. Una cámara que perseguía un avión sin necesidad de estar sujeto a nada. Aquel invento le recordó mucho el rostro de Wall-E. De repente, escucha un ruido extraño sobre ella. Cuando mira hacia arriba ve una especie de compuerta propia de los submarinos. Cuando la abre, de ella cae un perro caniche blanco que aterriza cuidadosamente sobre los brazos de Alu. Después de darle algún mimo, la joven la entrega a una mujer que estaba cerca y que reclamaba a su perro.

El espacio cambia. Ya no se encuentra en ese tren , si no en una calle no muy ancha pero muy abarrotada de gente atareada. Era mediodía y la luz del sol caía sobre el cuerpo de Alu, a la cual le encanta esa sensación térmica. Tras caminar pocos segundos, llega a un portal blanco y sin necesidad de llamar al timbre atraviesa el umbral y sube por unas escaleras muy empinadas. Cuando acaba de subir por las escaleras, entra en una pequeña cocina dónde hay en ella 3 personas que no había visto anteriormente, pero no sentía inseguridad, era como si ya tuviera confianza con ellas.

Se apoya en una pared y comienza a escuchar una conversación en la que intenta no involucrarse, ya que no le interesa entrometerse. Uno de ellos, parece ser muy famoso. No para de hablar sobre su actuación en el videoclip que íban a grabar. Alu, mientras tanto, juguetea con algo en su bolsillo. Le da vueltas continuamente y lo más curioso es que a pesar de ser una cuchilla no se corta los dedos.

La escena cambia, Alu se encuentra con su tia Soi en el porche de su casita. Está atardeciendo y empieza a hacer un poco de frío.

- ¿A Ben le gusta cultivar?
- Bueno según lo que sea, ¿Porqué?
- Quería regalarle un Goji
- Uff... creo que eso no le gustará. ¿Cuánto te debo? - dice mientras saca el monedero y rebusca algo de dinero
- Nada, es un regalo

Alu se ve a si misma sentada en una gran mesa. Cuando se asoma a su derecha, puede ver que las personas que están sentadas en esa dirección se ven muy pequeñas, como si estuvieran muy lejos. Entonces, la madre de Alu le llama la atención, parece que ha ganado esa ronda de cartas. Una vez que las recoge, deja caer la última que le quedaba en la mano. Un As de Oros. Al hacerlo, todos los presentes dejan escapar un gesto enfadado, como si no se pudieran creer la suerte de la joven Alu.

Mientras ella recoge sus ganancias que se encuentran amontonadas casi delante de ellas, todos los miembros de su familia, que se encontraban sentadas en aquella inmensa mesa; discuten las últimas jugadas como si hubieran podido cambiar la resolución de aquella ronda.

Alu, los ignora, ya que descubre que ante ella hay un desmesurado plato lleno de arroz del pimiento relleno.

El fantasma de mi hermano

Alu se despierta al igual que otras tantas veces en mitad de la noche. Mira hacia el techo y se pregunta que hora debe ser y si vale la pena seguir durmiendo. Como no puede volver a conciliar el sueño, se le ocurre mirar hacia la puerta que se encuentra enfrente de su cama. Es entonces, cuando puede ver una especie de sombra blanca que se encuentra entre la puerta y los pies de su cama.

Ella, un tanto inquieta, cierra los ojos intentando olvidar aquella imagen. Piensa que seguramente sea cosa de su vista. Pero entonces, vuelve a mirar al mismo punto y ve que aquella sombra blanquecina, translúcida, adquiere forma. Resulta ser su hermano haciendo un baile estúpido en plan hawaiano. Alu cree en los fantasmas, pero aún así sabe que está metida en un sueño. Su hermano no está muerto si no más bien durmiendo en la habitación de al lado.

Como otras veces que ha tenido éste tipo de sueños, alarga la mano al interruptor que esta cerca de su cabeza pero al accionarlo se da cuenta de que no funciona. Tras dejar escapar un suspiro enfadado; volvió a mirar a los pies de su cama y pudo ver que aquel singular fantasma seguía bailando. La joven, decidió que debía cruzar la habitación ya que al otro lado hay otro interruptor que haría desaparecer aquella imagen.

Se levanta tranquila y se acerca a aquella figura bailante evitando mirarla fijamente, sabe que no debe hacerlo. Una vez que pasa por su lado, aquella figura deja de bailar y se coloca tras ella, junto a su hombro derecho. La persigue sin mover los pies, como si el propio cuerpo de Alu le arrastrase durante todo el trayecto hacia el otro interruptor.

Alu está llegando a la puerta, casi puede tocar el interruptor con la punta de sus dedos. Pero hay algo que va mal. Tiene el rostro de aquel fantasma sobre el hombro, puede sentirlo. Nota como una gran presión cae sobre su cuerpo, le cuesta respirar y moverse pero ya está cerca del interruptor. Todo podría acabar en aquel momento, el fin ya estaba cerca. Aunque ya no puede aguantar más la tentación de mirar el rostro de su hermano fantasmagórico, después de todo ¿qué podría pasar? Ya está tocando el interruptor.

Gira su rostro y lo único que puede ver son sus ojos en un semblante pálido. Están en blanco, muy abiertos, como si pudiera ver a través de ella. La fuerza que sentía sobre su cuerpo se amplifica, siente que está a punto de desplomarse contra el suelo. Le duele el estómago.

Es entonces, cuando todo se vuelve oscuro.

Alu se despierta alterada en su propia cama, mira hacia los lados y enciénde rápidamente el interruptor que está junto a su cama . No está sudando como en otros sueños, no tiene miedo, tan sólo se siente inquieta. Después de todo sabe que sólo ha sido un sueño.

martes, 9 de diciembre de 2008

Que toda la vida es sueño, y los sueños sueños son

La libertad existe tan sólo en la tierra de los sueños

Johann Christoph Friedrich von Schiller

¿Cuántas veces habré deseado no despertar de mis sueños? Vivir en aquel mundo que es mio, dónde no habría problemas, sin presiones sobre mi ser, poder ser yo misma, no sentir aquella mirada por encima del hombro, no pensar siempre en los demás... Un lugar en el que si derramo lágrimas sería por pura felicidad.

Muchas veces me pregunto si los sueños tienen algún significado o es un sistema propio del cerebro para descansar. ¿Me mostrarán como realmente soy? Es por eso que surge este Blog. Quizás, si dejo constancia de mis utopías pueda conseguir alguna respuesta. Por otro lado, siento que no caeré en el olvido, ya que algo de mí seguirá viviendo en los siguientes relatos de mis ensueños.
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